Cuidados dentales para personas con tratamientos de radioterapia
La radioterapia es un tratamiento común para varios tipos de cáncer, pero puede tener efectos secundarios significativos en la salud bucal. Las personas que reciben radioterapia en la cabeza y el cuello son especialmente susceptibles a problemas dentales debido a la exposición de sus tejidos bucales a la radiación. Los efectos de la radioterapia pueden incluir sequedad bucal, caries rampantes, infecciones, y daño en las encías. Por ello, es crucial implementar cuidados dentales específicos para mitigar estos efectos y proteger la salud bucal durante y después del tratamiento.
Una de las principales preocupaciones para las personas que están recibiendo radioterapia es la sequedad bucal o xerostomía, que se produce cuando las glándulas salivales se ven afectadas por la radiación. La saliva es esencial para la protección de los dientes y las encías, ya que ayuda a neutralizar los ácidos y a limpiar los restos de alimentos. Para combatir la sequedad bucal, es recomendable mantenerse bien hidratado, masticar chicle sin azúcar para estimular la producción de saliva y utilizar sustitutos de saliva disponibles en farmacias. Además, se deben evitar alimentos y bebidas que puedan agravar la sequedad, como el alcohol y la cafeína.
El riesgo de caries rampantes es otra preocupación importante durante la radioterapia. La disminución de la producción de saliva, junto con posibles cambios en la flora bacteriana de la boca, puede acelerar la formación de caries. Por lo tanto, es esencial mantener una estricta rutina de higiene bucal que incluya el cepillado de los dientes al menos dos veces al día con una pasta dental con flúor, el uso de hilo dental diario, y enjuagues bucales con flúor recetados por el dentista. Además, es posible que tu dentista te recomiende aplicaciones de flúor adicionales para fortalecer el esmalte dental y prevenir la formación de caries.
Las infecciones bucales también son más comunes en personas que reciben radioterapia, ya que el sistema inmunológico puede estar debilitado y la boca se vuelve un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias y hongos. Para reducir el riesgo de infecciones, es fundamental visitar al dentista antes, durante, y después del tratamiento para recibir limpiezas profesionales y monitorear cualquier signo de infección. Además, se debe evitar el uso de prótesis dentales que no se ajusten bien, ya que pueden causar irritaciones o úlceras que se conviertan en puntos de entrada para infecciones.
El daño en las encías y los tejidos blandos de la boca es otro posible efecto secundario de la radioterapia. Las encías pueden volverse más sensibles e inflamarse, lo que puede llevar a enfermedades periodontales si no se trata adecuadamente. Para proteger las encías, es recomendable usar un cepillo de dientes de cerdas suaves y evitar los alimentos duros o crujientes que puedan causar daños. Además, el uso de enjuagues bucales específicos recomendados por el dentista puede ayudar a mantener las encías saludables y a prevenir la gingivitis.
Es importante recordar que la radioterapia puede tener efectos a largo plazo en la salud bucal, por lo que los cuidados deben continuar incluso después de haber finalizado el tratamiento. Las visitas regulares al dentista son esenciales para monitorear la salud bucal de los dientes y las encías y para realizar cualquier tratamiento necesario de manera oportuna.